Guerreras
13.03.2015 17:30El Poder Creador de la Palabra
Guerreras de Luz y Amor, Definición y Contradicción
Recientemente me he topado con frecuencia con foros donde las mujeres se refieren a sí mismas como “guerreras”. “guerreras del amor”, “guerreras de luz”, pero finalmente, como guerreras. La palabra proviene del vocablo “guerra” que en Diccionario de la Real Academia se define... como proveniente de una raíz germánica “werra” que significa pelea o discordia y su definición incluye entre otros, términos como “desavenencia y rompimiento de la paz”, “lucha armada”, “pugna” , “combate, aunque sea en sentido moral” y “oposición de una cosa con otra”.
Como lingüista me llama poderosamente la atención el uso de términos tan contradictorios en estos contextos. Si creemos que la palabra es el medio por el cual creamos nuestra realidad -como dice Jose Luis Parise en su revelador “Camino de la Magia” entre otros- entonces es deseable poner mucho más atención y cuidado en la manera que nos describimos. Añadir “de luz” o “del amor” a la palabra “guerrera” no le quita el significado de discordia, pugna y rompimiento inherentes en la raíz misma del término.
Durante los últimos años, muchos maestros, guías y facilitadores han estado informando y enseñando cómo preparar nuestros corazones para abrirnos a recibir el Amor en esta nueva era ya que a este nuevo ciclo se ingresa desde el corazón, pero el amor y la guerra son términos que están en oposición.
Hemos sido “guerreras” durante siglos y el serlo no ha cambiado en nada nuestras condiciones de vida. Durante siglos hemos estado en guerra con nosotras mismas en primer lugar y por ende con muchos de los que nos rodean. Para poder ser Guerreras, necesitamos primeramente que exista una guerra, así que al llamarnos Guerreras forzosamente generamos la necesidad de que exista dicha guerra.
Igualmente encuentro numerosos ejemplos de mujeres auto-denominándose como “luchadoras” a sabiendas de que para ser “luchadoras” es necesario vivir una vida “de lucha” constante, cosa que creo no es lo que estas mujeres desean o planean.
Quizá entonces desearíamos vislumbrar un mundo que no necesita de más guerras o luchas, y por tanto tampoco necesita de guerreras, sino de más AMANTES. Amantes de nosotras mismas en primer lugar, pues solamente del amor propio, del amor incondicional hacia nosotras mismas nace el amor hacia los demás...
